Padres de chicos y jóvenes con capacidades diferentes, y de algunos con discapacidades profundas, denunciaron que la Dirección de Integración de los Discapacitados en la Municipalidad de Paraná se está convirtiendo en “tierra de nadie”. Altos funcionarios municipales fueron acusados de responder con desidia e injusticia, y ocultar casos graves como el de una niña que no se ahogó en una pileta en enero pasado porque fue rescatada por sus compañeros, también especiales, ante la ausencia de los profesores. Disimular, expulsar a los que discuten, favorecer a los peores empleados enquistados en el sistema y desoír los reclamos y los pedidos de audiencia de los padres parecen ser la “política” del área. La niña que sufrió un intento de violación, los muchachos que se escapan, dan reiteradas alertas pero las autoridades no acusan recibo. Los familiares aseguran que la pérdida de confianza expulsó del sistema a decenas de chicos y adultos con problemas mentales o motores, y que entre las víctimas del caos se encuentran algunos de los jóvenes con capacidades especiales más queridos y famosos de Paraná.Muchos chicos, chicas, muchachos, hombres y mujeres especiales estuvieron en el sistema y ya no están. Muchos nunca fueron siquiera convocados. Paraná necesita un área de integración, pero la Dirección de Integración de los Discapacitados hace agua, da lo mínimo y ni siquiera eso. Y esta debacle no sale a la luz porque muchos de los padres de los damnificados son personas sin tiempo, y de recursos escasos, que temen a veces perder la poca atención que reciben. Aún así, varios presentaron distintas denuncias escritas (a las que ANALISIS accedió), a veces por Mesa de Entradas y en otras oportunidades en mano de las autoridades. La mayoría, sin respuestas, y sin que lleguen a conocimiento del conjunto de papás.Temor a los funcionarios, temor a la posible revancha de un grupo de profesores que siempre se las ingenian para permanecer con algún grado de poder, y naturalización de la ausencia de diálogo y de soluciones, son las debilidades que están destruyendo el sistema, dicen algunos padres. Y todo con un murmullo de fondo que no alcanza a tomar estado público, más allá de los expedientes bien guardados.
Fuente: analisisdigital.com.ar
Parece que aquellos que se adjudican ser los grandes defensores de los derechos humanos, prefieren anteponer su carrera politica al bienestar de los sectores más debiles de la sociedad.
Ni Rosario Romero, ni Sebastián Aguilar, ni Alvaro Piérola, pudieron estar a la altura de la situación planteada por los padres y como siempre, mientras las olas no se vuelvan un Tsunami, quedarán cabezas sin rodar.
Ni Rosario Romero, ni Sebastián Aguilar, ni Alvaro Piérola, pudieron estar a la altura de la situación planteada por los padres y como siempre, mientras las olas no se vuelvan un Tsunami, quedarán cabezas sin rodar.
2 comentarios:
Pregunto: ¿Hubo algún cambio en este año?
Es una verguenza q "gente" como esta siga ocupando un lugar q le queda enorme...
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