Aunque en nuestra municipalidad pareciera existir, como en el gobierno nacional, una especie de `doble comando`, pero al revés, no se ven luego de doce meses de gestión resultados que beneficien a los ciudadanos paranaenses. Siempre me han preocupado las cuestiones que hacen a mi ciudad y públicamente he expresado, cuando otros querían hacerlo a los tres o seis meses, que a este gobierno había que darle por lo menos un año antes de analizar su gestión. Ahora ha llegado ese momento. Hay que comenzar preguntando que se ha resuelto efectivamente de los problemas más serios de Paraná y allí encontramos un evidente déficit que marca una clara despreocupación con todo aquello que tenga que ver con cuestiones elementales de nuestra ciudad, como lo son el tema de la seguridad, la integración de los distintos barrios, el estado de las calles y de las veredas, la puesta en valor de sectores como la peatonal, la costanera, la proyección de una adecuada infraestructura para los nuevos centros comerciales que van surgiendo en la ciudad y ni hablar de temas como el agua o el tratamiento de la basura. Todo pone en evidencia una clara falta de planificación con objetivos que se enmarquen dentro de una política socio-económica y ambiental bien definida. En este primer año el municipio se ha preocupado, según sus propios testimonios, en ajustar las cuestiones financieras, pero ese ajuste significó la creación de una nueva agencia fiscal, a mi criterio totalmente innecesaria, el aumento desordenado de las tasas y un incremento totalmente desproporcionado de la planta de personal, lo que evidentemente ha transformado a nuestra municipalidad en un ente más preocupado en generar empleo, que en prestar los servicios que la ciudadanía espera. Respecto al tema del tratamiento de la basura, participé de las reuniones que se hicieron a tal fin y siempre sostuve y así se lo manifesté oportunamente al licenciado Goñi, que ante la incertidumbre financiera que se daba en todo el mundo, no se podía optar por empresas que no tuvieran ni un adecuado currículo, ni los avales que les permitiera por sí mismas obtener el financiamiento necesario para desarrollar la planta, ya que es inviable que el municipio consiga esos fondos. El tema de la basura es un problema serio en Paraná y como tal debería ser tratado por funcionarios capacitados y con empresas serias y con suficientes antecedentes en ese rubro.Tengo muchas dudas acerca del verdadero funcionamiento de la nueva planta de agua pues cuando comenzó a funcionar comenzaron a reventar los caños que componen la red domiciliaria, debido a que no estaban preparados para la nueva presión generada. Si la planta estuviera realmente en funcionamiento esos inconvenientes hubiesen continuado, sin embargo eso no ha sucedido pero tampoco se ha cambiado la cañería. A este ritmo ni con doble comando pareciera que el gobierno municipal estuviera capacitado para llevar adelante las cuestiones que atañen a los ciudadanos paranaenses. Todo lo que hasta ahora a propuesto no deja de estar sujeto o asociado a conceptos como rigidez, limitante, inefectividad, lentitud sumados a su incomprensión de las tareas urgentes que toda la ciudadanía espera de la actual gestión del gobierno municipal. Es hora de empezar a reclamar muy firmemente la reforma de la ley 3001, para adecuarla a la nueva constitución provincial y a los tiempos que corren, esa será una forma de establecer que el municipio no siga siendo solo un medio para generar empleo, sino que cuente con las herramientas para prestar un verdadero servicio a la comunidad, que sean pensados como recursos de los ciudadanos y no solo como meras oficinas reguladoras de los mismos.
Arq. Rodolfo Borini
Fuente: informedigital.com.ar
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