Descentralización municipal

Decía Einstein que no se puede esperar que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo. Y así, el municipio, intenta solucionar un viejo problema, con viejas medidas.
La descentralización propuesta por el intendente, y promocionada por su esposa, la Dra. Romero, parece ser el buque insignia de esta decadente gestión municipal. Y sin medir riesgos, ni costos, propone una conversión barata y en vano, como muestra que en definitiva el municipio tiene autoridades.
Entre los puntos que destaca el Dr. Halle en la descentralización encontramos:

Que se disolverán organismos por la descentralización municipal
Que se dividirá la ciudad en 4 zonas donde funcionarán Unidades Municipales, con limpieza, barrido, alumbrado, obras sanitarias y conservación vial y de parques.
Que cada Unidad contará con personal, vehículos y un coordinador.
Que se intenta atender en forma “rápida” y “efectiva” los requerimientos de los barrios (de cada una de los cuatros sectores) relacionados a limpieza, barrido, obras sanitarias, alumbrado, conservación vial y de parques.
Que cada Unidad tendrá un coordinador que tendrá a cargo “la administración y el control organizado del personal, actividades, prestaciones y del presupuesto asignado para la manutención de su zona”.
Que la Comuna achicará entre un 20% y 25% los gastos en combustible y reparaciones que insume el parque automotor, principalmente de Limpieza y Parques y Paseos.
Que habrá más control en el uso de los insumos y se aplicarán “premios y castigos” para incentivar el cuidado de los vehículos.
Que con la descentralización, se busca revertir “situaciones de inequidad y desequilibrio” en la prestación de servicios, generadas por la centralización de las prestaciones.

Si bien esta es una breve síntesis, parecen ser los puntos más relevantes y que no resisten el mínimo análisis, mostrando como tantas otras veces, que esta gestión no encuentra el rumbo y busca en soluciones mediáticas levantar la triste imagen.

Cuando el intendente habla de disolver organismos, nos hace ilusionar pensando que habrá ahorro del gasto. En realidad estos organismos seguirán estando, distribuidos bajo otras formas, en cada Unidad Municipal. Cabe aclarar que en este punto el gasto no es el mismo, cuando se distribuyen tareas que son similares hay un notorio incremento en el mantenimiento básico de la estructura de cada unidad.
Al dividir la ciudad en 4 zonas, podemos imaginarnos que Paraná quedará dividida en sectores similares a pequeñas ciudades como Gualeguaychú, y en cada sector funcionarán servicios de limpieza, barrido, alumbrado, obras sanitarias y conservación vial y de parques. Hoy el municipio no tiene los recursos ni herramientas para prestar esos servicios de la forma adecuada, por lo que no hay garantías que dividir direcciones nos traiga un beneficio a los vecinos. Por ejemplo, un sector del tamaño de Gualeguaychú, como dijimos, contará con un solo camión, pequeñas cuadrillas de reparaciones, etc.
Toda descentralización implica, principalmente, un reparto de poder, dar autoridad para la toma de decisiones, lo cual parece la excusa principal del intendente. Como cada Unidad tendrá un coordinador que administrará su zona, el Dr. Halle propone dejar estas reparticiones en manos de punteros políticos, tales como “Pacha” Palacio, quien se desempeña en Servicios Urbanos Ambientales (y para los más memoriosos, quien fue encontrado en una faena clandestina en Federal, siendo funcionario del municipio), Mariano Veloz, quien se encontraba en Desarrollo Social de la municipalidad, y el “Loro” Retamar, quien si la memoria no me traiciona, paso inadvertido como concejal en alguna gestión anterior. Todos con su CV de “compañeros peronistas”.
Sostiene, también el intendente, que esta medida apunta a mejorar los servicios y disminuir el gasto (mediante premios y castigos). Lo primero a tener en cuenta para mejorar un servicio es querer hacerlo y agotar todas las instancias posibles antes de un cambio. Si vemos, por ejemplo, el estado en que se encuentran las barrancas del Parque Urquiza, con césped que alcanza el ½ metro, podemos entender que la voluntad es lo que mas hace falta en esta gestión. Si no son capaces de brindar algo que casi no tiene costo, más allá del salario, poco podemos esperar con este nuevo modelo.
En cuanto a los premios y castigos, no parece ser la política de esta gestión. Nunca se ha aplicado, se han “perdonado” hechos claramente probables, y no puede aplicarse bajo el régimen del empleado municipal, al menos en gestiones donde se sufre el temor a los sindicatos.
Todo da a entender que aquel aumento de las tasas venia de la mano de la descentralización. Era necesario tener una recaudación mayor para mantener este nuevo modelo propuesto por el intendente, que no va más allá de intentar ser una huella que “marque” una gestión (pésima por cierto) y con más aspiraciones políticas que convicción por hacer de Paraná una ciudad digna de ser vivida.